Una
de las acepciones del término “Tecnología” que da el
Diccionario de la Real Academia Española nos dice:
4. f.
Conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un
determinado sector o producto.”
Desde
esta última acepción, “tecnología” deja de ser sólo el o los
instrumentos tecnológicos aislados sino todo un “conjunto de
teorías y de técnicas” que constituyen un campo del accionar del
hombre. La catedrática e investigadora Juana María Sancho, quien a
su vez cita a James A. Mecklenburger, dice: “La escuela es una
tecnología
de la educación, en el mismo sentido que los coches son una
tecnología
del transporte” (Sancho, 1994).
Así,
se nos plantea una doble lectura: la primera, si pensamos en
tecnología como “recursos o herramientas” tecnológicas; la
segunda, si tecnología es, además, una red compleja de relaciones
tecnosociales.
Ya
hemos desarrollado en este foro el concepto del uso de las
tecnologías de la información y comunicación (TIC). Ahora bien,
profundizando el análisis, la tecnología aplicada al campo
educativo nos lleva a reflexionar acerca de una nuevo concepto, las
TAC o Tecnologías
del Aprendizaje y el Conocimiento. Otra vez, Juana María Sancho
hablan del cambio de las TIC a las TAC, y lo señala como el
difícil tránsito de una vocal,
aludiendo a que el proceso de apropiación corre ciertos riesgos,
entre ellos el de vaciarse de contenido, perder su sentido
particular.
Silvina
Casablancas (Doctora en Pedagogía por la Universidad de Barcelona
con especialización en Tecnología Educativa, profesora y Licenciada
en Ciencias de la Educación por la UBA) señala que este tránsito
de las TIC a las TAC "no involucra sólo una cambio nominal sino
de significados atribuidos a lo tecnológico, que no puede
distanciarse de los procesos de aprender y de enseñar". Y
agrega: "Ese proceso no se da de manera automática, sino que
requiere un tiempo reflexivo y de acompañamiento, que va más allá
de la introducción de computadoras en las clases".
El
escenario moderno en el que se inserta este pasaje de transición es
complejo. La propia Casablancas enfatiza la circunstancia de que el
modo de habitar la cultura digital es disímil y que actualmente hay
un faltante importante en lo que refiere al uso tecnológico en
búsqueda de las TAC, de la capacidad de construcción de
conocimiento en el proceso de aprendizaje.
Cesar
Coll (a quien ya hemos citado en este espacio) da su visión del
pasaje: "En la medida, además, en que las nuevas tecnologías
sitúan a la persona alfabetizada ante nuevos tipos de textos, nuevos
tipos de prácticas letradas y nuevas formas de leer y de interpretar
la información, todos estos aspectos pasan a formar parte de la
expansión preconizada del concepto de alfabetismo y, con ella, de
las exigencias que comporta el hecho de estar plenamente alfabetizado
en la sociedad de la información”.
Ahora
bien, esa nueva alfabetiación debe ser articulada en una estructura,
opina Silvina Casablancas: "Esto indica que todavía hay mucho
por hacer y explorar en materia de educación con tencologías. En
prima instancia, no rutinizar la enseñanza ni el aprendizaje, y
mucho menos encapsular la realidad en categorías excluyentes y
simplistas." Casablancas se refiere a los docentes como
"transeúntes digitales", situando al docente como un
caminante de la educación, que se mueve al ritmo de la época en que
le toca ejercerla.
En
conclusión, podemos plantear una doble lectura/problemática:
primero, la de que cada escenario histórico modifica las tecnologías
y (en consecuencia) el rol de enseñar; segundo, la de que cada
estudiante tiene modos disímiles de transitar cada escenario.
Esta
tendencia, dice Silvina Casablancas, se suma a una perspectiva ya
inscripta desde el rol del docente hace tiempo: la del docente como
guía, facilitador de situaciones, de aprendizaje, de mediador de
significados, de articulador de tareas en el grupo clase, de asesor.
Más aún, "ser capaz de aprender también de sus estudiantes y
propiciar acciones para que la cultura digital ingrese al aula,
diseñar propuestas y proyectos con tecnologías y para que tenga un
lugar integral en este diseño, no como plasmación final de saberes
, sino que para que se puedan construir significados mediante usos
tecnológicos de manera colaborativa".
Así,
el pasaje de las TIC a las TAC es mucho más complejo y laborioso que
simplemente cambiar una vocal.
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